7 de febrero 2025. Llegada a Malawi
Después de un laaargo laaaaargo viaje, llegamos por fin a Malawi. El periplo nos ha llevado por Marsella, Addis Abeba, El Congo y por fin Lilongwe, capital de Malawi.
Después de los endiablados trámites burocráticos para la solicitud del visado, comienza el trueque en el aeropuerto
a cambio de favores con personal de servicio y funcionarios. Tras la solicitud de
una libretita por parte de una funcionaria de aduanas, las chicas de educación, con la mejor
de sus intenciones, comienzan a repartir bolsas con carpetas y bolis y aquello se convierte en un
mercado al que acuden todos a recoger su premio..… Menos mal que viene Paula con sus dotes de mando y pone a cada uno en
su sitio!! 😉
A continuación y para darnos el
baño de realidad de dónde estamos, comienza el periplo para conseguir una
tarjeta de datos para el teléfono…. En primer lugar la tienda del aeropuerto, luego un chiringuito en la ciudad, después otro... El ritual se repite... primero el tranquilo
intercambio de información, luego los precios, por fin entramos en acción y nos sacan las tarjetas, para
acabar viendo que nada funciona y que no saben como instalar las tarjetas en
nuestros teléfonos españoles…. Dos horas después y un tanto frustrados, nos vamos hacia la misión sin
internet en los móviles… Esto es África señores!!!
Tres horas y medio de carreteras
y caminos en una furgoneta con ciertas dificultades para subir las cuestas
después de 24 horas de vuelos, digamos que se hace “un poco pesado”, pero es una
merecida penitencia para lo que nos espera, de eso estoy segura.
Sorprende, como siempre en África,
ver la actividad nocturna por carreteras y caminos. Cientos de personas andando hacia "quién sabe dónde", pueblan los senderos, haciendo mucho más complicada la
conducción, especialmente con las pobres luces que tienen nuestra furgoneta.
Gabriel, nuestro conductor, se concentra en la conducción pero se le nota
agotado… es demasiado tarde para conducir por esas carreteras.
Por fin llegamos sanos y salvos a
la Misión de Benga Parish. Nos recibe el Padre Fernando, que lidera la misión junto a Steven y Manuel. Bajamos el material y las maletas, cenamos tortilla de
patatas y organizamos el material que nos llevaremos mañana para comenzar a
trabajar en el campo.
La misión la componen una serie de construcciones muy bien cuidadas rodeadas de zona de huerta y jardín. La gran iglesia te recibe en el acceso principal, dejando claro a dónde te adentras. El lugar es agradable y atractivo.
A dormir nos vamos todos reventados.
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