10 de febrero 2025. Trabajo en el distrito de Salima
Hoy volvemos al trabajo después del descanso dominical. Nos esperan “al menos” siete sitios de encuentro para tratar y muestrear animales, además tenemos ya dos bajas en el equipo…. Paula y Adri han acusado el cambio de aguas y alimentación. Además, Laura y Elvina se quedarán a realizar los coprológicos y Nacho acompañará a la escuela a Sara y Michelle, de educación. Así que nos vamos al campo un grupo reducido, pero aguerrido y entregado y con una gran capacidad de trabajo.
Actualmente, estamos en la época
de lluvias (de noviembre a abril) y todo está cubierto de un manto verde que tornará
marrón en la época seca (de mayo a octubre). El trabajo lo desarrollamos entre
los distritos de Nkhotakota y el de Salima. Es una zona densamente poblada,
salpicada de pequeñas poblaciones con economía de subsistencia al puro estilo
africano. Las familias tienen su pequeña parcela de tierra y un reducido grupo
de animales, que generalmente son cabras y gallinas. Los más ricos tienen cebúes
y algún cerdo hemos visto.
Vets for África, con Paula a la
cabeza y Nacho de colaborador imprescindible desde España y Fernando de apoyo desde la misión de Benga Parish, llevan
diez años realizando campañas anuales de desparasitación de un elevado número
de animales. Primero en Kenia y desde hace unos años, en Malawi. A la vez
realizan análisis coprológicos para poder hacer un seguimiento de la carga
parasitaria que presentan los animales y así poder testar el efecto beneficioso
que están generando. En él último viaje desparasitaron más de 11000 animales.
Esto tiene claramente una repercusión directa en la población, ya que estos
animales no reciben ningún otro tratamiento al año y en estas zonas tan húmedas,
abundan los parásitos. La influencia directa que tiene su trabajo lo han podido
medir observando la disminución de la carga parasitaria año tras año. Pero yo,
que me encargo de realizar la encuesta epidemiológica y de recoger datos del manejo
productivo y sanitario de los rebaños, lo he podido corroborar con las
opiniones de muchos de los ganaderos, que me comentan que después de las
desparasitaciones llevadas a cabo previamente, los animales mejoraban
sustancialmente.
Además, desde hace dos años comenzamos
a colaborar en este proyecto desde el Servicio clínico de rumiantes de la
Facultad de Veterinaria de Zaragoza. El objetivo de esta colaboración es testar
la importancia de las principales enfermedades infecciosas en la zona. Para
ello, Paula y su equipo sangraron más de 500 animales en su última visita y
nosotros analizamos el suero en el SCRUM para cinco enfermedades infecciosas de
gran relevancia para los pequeños rumiantes: Fiebre Aftosa, Brucelosis, Peste
de los Pequeños Rumiantes (PPR), Fiebre del Valle del Rift y Lengua azul. En
los resultados obtenidos sorprendió la baja prevalencia de Brucelosis y la presencia
de más de un 5% de animales positivos a PPR. Esta enfermedad afecta únicamente
a los pequeños rumiantes y es devastadora para los rebaños afectados, sin embargo,
es fácilmente controlable con correctas campañas de vacunación. Basados en este
fácil control, desde la FAO se ha implementado un ambicioso programa de
erradicación de esta enfermedad en el mundo, como ya se hizo con gran éxito,
con un virus muy similar que afectaba a ganado vacuno. Las expectativas era
acabar con ella para el 2030, pero va a ser muy complicado… los pequeños
rumiantes no son tan fáciles de controlar como el vacuno y ocupan grandes zonas
geográficas, muchas veces de muy difícil acceso. En el caso que nos ocupa,
Malawi se considera ya país indemne de esta enfermedad, sin embargo, nosotros
obtuvimos un 5% de animales positivos… Desde la FAO nos han ofrecido soporte
para intentar de saber qué está pasando y tratar de poner solución.
Este año, estamos obteniendo
muestras de suero y sangre entera de 5 animales en cada zona que muestreamos y
volveremos a realizar los mismos análisis para determinar cuál es la situación
real de estas enfermedades y ver qué medidas se pueden aplicar para evitar que
generen daño a la relevante población de caprino de la zona. Además, realizamos
una encuesta epidemiológica en cada núcleo para determinar qué factores pueden
influir en la diseminación de estas enfermedades víricas.
El trabajo discurre a buen ritmo,
el equipo está ya engrasado y cada uno conoce bien sus cometidos. La mayor
parte de los núcleos dónde trabajamos están formados por pequeños propietarios
de 4 o 5 cabras, pero que conforman núcleos de unos cien animales. Entremezclados
encontramos lo que aquí son grandes propiedades, con 200-300 cabras, algunas ovejas
y cebúes.
A media mañana cambiamos del
distrito de Nkhotakota al de Salima y el paisaje cambia. Parece una zona más
húmeda y fértil y se pueden observar grandes plantaciones de maíz y cacahuete.
Todo el campo está salpicado de mangos y aguacates.
A las tres parece que hemos acabado, pero oh sorpresa, Francis todavía nos lleva a otra granja que no estaba prevista y que resulta que tiene animales en varias localizaciones…Allí nos recibe el Bob Marley africano, Stone, propietario de la granja, aunque atendiéndola desde la distancia... Viene con un precioso pantalón blanco y una camisa tipo hawaiano a juego con el turbante que le sujeta sus rastas... súper preparado para trabajar con animales! Vive en Lilongwe y para evitar problemas en la granja, cada tres meses inyecta a todo el ganado con ivermectina, antibiótico y multivitaminas y a la vez los desparasita con albendazol.... en fin. Le digo que por lo menos deje de usar antibiótico de esa manera. Como poco le detectamos tres animales con abscesos subcutáneos provocados por tantas inyecciones innecesarias. Nosotros les sajamos y limpiamos dos.
Para acabar de confirmar sus conocimientos en la materia después de meterme una chapa de escándalo acerca del manejo productivo y sanitario de la granja, me muestra el fruto de su mejora genética en la cabras, enseñándome con orgullo la reposición que está obteniendo... realmente es una mejora sorprendente, ya que sus cabras parecen parir corderos en lugar de cabritos!! ;-)
Finalmente, llegamos a la misión a las 6 de la tarde sin haber echado bocado en
todo el día, pero satisfechos por el trabajo realizado.
Después de la ansiada ducha, me
acerco a escuchar la misa vespertina que realizan en los padres con los
seminaristas. Se lleva a cabo en una pequeña capilla y en ella se comparte la lectura
del evangelio con cánticos religiosos, esta vez si, acompañados de djembés!!
La cena la cogemos con ganas y
después toca desuerar, organizar material y dejarlo todo bien preparado para
mañana que será otro interesante día de trabajo!!
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